© José Ramón Landarroitajauregi Garai
© 2025, Editorial ISESUS
Todos los derechos reservados
ISBN: 978-84-940866-4-9
Primera edición: mayo de 2014
Depósito Legal: VA-274-2014
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Todos los derechos reservados
ISBN: 978-84-940866-4-9
Primera edición: mayo de 2014
Depósito Legal: VA-274-2014
El saber sexológico actual está constituido por multitud de conocimientos científicos veraces y rigurosos, pero fragmentarios, inconexos y desgajados, casi siempre centrados en el «sexo que se hace» y en sus muchos y múltiples aspectos (sociológicos, psicológicos, sanitarios, políticos, morales, educativos, antropológicos...). Este totum revolutum, a fuerza de pretender ser multidisciplinar acaba siendo no-disciplinar; pero es del todo necesaria una disciplina que estudie los sexos y trate de entender por qué somos sexuados (como hombres y como mujeres). Para comprender este alambicado y complejo proceso de cómo nos sexuamos hemos de cambiar algunas de nuestras perspectivas teóricas.
Para empezar: no se trata de genitales, sino de identidades; no se trata de referencias, sino de diferencias; no se trata de perversidad, sino de diversidad. Pero además ha de entenderse que el sexo no es disyuntivo, sino conjuntivo; así pues, no somos ándricos o gínicos (azules o rosas) sino que somos ándricos y gínicos (azules y rosas). O sea, somos ginándricos, pues la intersexualidad no es la excepción, sino la norma. Así que, todos y todas tenemos –mucho o poco– de «lo uno» (lo que tenemos como «propio») y de «lo otro» (lo que tenemos como «ajeno»).